Eso es lo que pido. Beber alcohol en la calle debe ser una práctica perseguida o legal, pero las medias tintas que llevamos viendo desde su entrada en vigor no hacen más que desquiciar a jóvenes que quieren hacerlo y a vecinos que quieren que no lo hagan.
Creo que las autoridades deberían dar un golpe de efecto y multar a tropel a los miles de jóvenes que lo practican. Educarlos. Hacerles ver que está prohibido y que saltarse a la torera esta medida trae graves consecuencias. Ya está bien de reconducir masas humanas de gente cubata en mano de un lugar a otro. O eso, o jauja. Y como está visto que la legalización es improbable por la comprensible presión vecinal, persecución del botellón. Al igual que se hace con los motoristas sin casco o los conductores alcoholizados. TOLERANCIA CERO.
Dicho esto, centro la mirada en nuestro barrio, Los Remedios. Ese edén para el joven que quiere hacer botellón. Un paraíso para esta práctica ilegal. No es complicado ver grupos de adolescentes haciendo botellón en el descampado junto al Club Mercantil o en el recinto ferial, llenando así de basura la zona como podemos observar en la foto aparte del ruido que hacen ellos y sus vehículos.
Que bien ha hecho Lipassam en tener su sede aquí cerquita...
