El fuego que ha dejado ver el agua

Había río. Me preguntaba días atrás si el río Guadalquivir pasaba por Los Remedios. Cuestionaba que donde está nuestro río. Pues ya lo sé. Estaba ahí. Tras la basura mezclada con la naturaleza salvaje de la zona que ha dejado paso a las cenizas tras el fuego. El fuego salvador provocado por un pirómano. Algo injustificable que nos permite, paradojicamente, ver el río pasar a nuestro lado.

Un hecho lamentable a todos los niveles que se ha encargado de limpiar una zona descuidada por el gobierno municipal durante años. Quizás esta no era lo que se demandaba desde este lugar, pero está claro que se ha actuado. Alguien consciente o inconscientemente ha quitado de en medio todo el forraje y la basura que nos separaba del río que ahora refleja más a Los Remedios. Y, de paso, le ha hecho el trabajo sucio al Ayuntamiento de esta ciudad.

Tuvo que ser el fuego el que nos enseñara que había en la margen de nuestro río. El ardor de la basura y la hierba que se fue y nos muestra una ladera (de cenizas) con una débil baranda que separa dos niveles. Uno más alto casi parejo al polvoriento suelo del descampado y otro más bajo que hace de orilla del río con una escalerilla directa a él. Esto ilusiona. Y digo ilusiona porque uno no puede evitar pensar que este puede ser el principio del fin. Del fin del estado actual de este lugar. Es tan bello y tan aprovechable lo que había (o hay) tras el denso bosque de juncos, que el gobierno municipal aprovechar para coger las riendas de este asunto y terminar lo que el fuego empezó. Podemos convertir un suceso lamentable en un proyecto ilusionante y exitoso.